La investigación científica educativa llama a todas las agencias de evaluación, y a los gobiernos, a defender la ciencia frente a la ofensiva de evaluaciones seudocientíficas

Hoy queda más claro que nunca para la ciudadanía que sin la ciencia no hay salida de la pandemia ni solución a los problemas de la humanidad. Los enemigos de la ciencia están nerviosos y reaccionan en contra de ella allá donde el poder se lo permite. Estamos actualmente asistiendo a una ofensiva pseudocientífica en el campo de la evaluación de la ciencia que va contra sus bases y contra los avances de los últimos años hacia una mayor objetividad frente al subjetivismo feudal del pasado.

 

Hoy la Open Science nos trae una excelente transparencia que permite a la ciudadanía ver directamente dinámicas seudocientíficas inaceptables:

 

1) La consideración como depredadoras a las revistas que cobran por publicar para que así sus contenidos estén abierta y gratuitamente a disposición de toda la humanidad. Esas son revistas en las que publican las personas de ciencia de más nivel del mundo, como la científica Karikó, reciente premio Princesa de Asturias, posible futura Nobel y principal responsable del descubrimiento de los nuevos tipos de vacunas.

2) La penalización por publicar en coautoría. Karikó publica artículos en coautoría, a veces de decenas de personas y también lo hacen otras personas de ciencia del mayor nivel mundial.

3) La referencia a listas de revistas depredadoras elaboradas unilateralmente por personas de bajo nivel científico sin que siquiera aclaren en cuáles de esas revistas han rechazado artículos suyos por no tener suficiente nivel o errores graves.

4) La consideración de esos criterios seudocientíficos mantenidos y aplicados por personas de nivel científico más bajo de las personas a las que evalúan, como puede verse en bases de datos abiertas y públicas como Google Scholar o Publons