Hola Nacho, gracias por plantear este tema tan importante.
Hay personas como Freire, Bruner, Chomsky, Ferrer i Guàrdia, ... que han defendido al mismo tiempo, con intensidad, tanto el compromiso social como la calidad científica, ambas como dimensiones imprescindibles para mejorar la educación; a mi entender, tanto AMIE como CIMIE siguen la misma orientación que estas personas. Hay personas, como las que han dominado las áreas de conocimiento en las universidades españolas, que no han tenido ningún compromiso social y son enemigas de la ciencia, a la que sustituyen por sus ocurrencias con las que hacen un importante negocio privado en forma de retribuciones económicas e inmerecido prestigio en España; AMIE y CIMIE quieren ayudar al profesorado universitario español a salir del yugo feudal en el que les mantienen esas personas. También hay otras personas obsesionadas por escalar en la jerarquía meritocrática que hacen mucho mal a la educación y la ciencia; no creo que esas personas participen mucho en CIMIE y, si lo hacen, no se sentirán a gusto.
Expongo mi valoración sobre el debate que planteas. Las clases dominantes siempre se han opuesto al avance de la ciencia, hace siglos al heliocentrismo y ahora a los datos sobre el calentamiento global del planeta. Quienes morían en la hoguera de la Inquisición no eran quienes atacaban la ciencia, si no quienes la defendían, fueran copernicanos o fuera Hipatia de Alejandría; hoy sigue pasando lo mismo, la primera doctora por Harvard en Educación que hubo en España no fue expulsada de un Departamento de aquí por atacar la ciencia sino por defenderla, al mismo tiempo que tiene un compromiso social impresionante. Las que hoy son todavía expulsadas por no someterse al acoso sexual, son de un nivel científico internacional muy superior a los catedráticos acosadores.
Sinceramente, no veo posibilidad de defender sin equivocarse un compromiso social que no incluya en ese mismo compromiso llevar a todos los sectores desfavorecidos la calidad científica que necesitan para que, si quieren, puedan llegar al mismo nivel de aprendizaje y titulación que tenemos quienes formamos parte de AMIE, es decir, para que tengan derecho a la educación. Por supuesto, los criterios con los que la comunidad científica internacional establece lo que es calidad científica son muy cuestionables (por ejemplo, el ranking JCR) y muy mejorables. Algunas personas estamos trabajando a favor de crear otros rankings mejores; esperamos contribuir desde AMIE a mejorarlos y creo que hay uno o dos grupos de trabajo sobre ese tema. Pero el rechazo a la calidad científica es todavía peor que esos criterios y deja a los sectores desfavorecidos en manos de ocurrentes que hacen negocio a costa de su fracaso escolar y exclusión social.
Nacho, otra vez gracias por plantear este debate y a ver si tenemos suerte y hay más intervenciones.