Hay quienes tenemos asegurado un puesto de trabajo en la universidad de por vida; en el contexto actual, prácticamente solo l@s funcionari@s. Trabajando con nosotr@s hay muchísimas personas en situaciones laborales indignas y con peligro inminente de perder lo poco que tienen. En las bases de datos internacionales podemos comprobar que a este personal precario se le exige un CV que no tienen l@s señor@s feudales que hasta ahora han dominado nuestras universidades y el discurso educativo.
La única posibilidad de mejorar su situación es fomentar que sus trabajos investigadores alcancen la calidad necesaria para ser reconocidos por la comunidad científica internacional, requisito imprescindible para que puedan aprobar las acreditaciones y concursos que dan acceso a puestos de trabajo estables en la universidad. Pero es que, además, en este momento de penumbras, hay una buenísima noticia y es que ese requisito es el mismo que lleva a la calidad de nuestra investigación educativa y a la muy necesitada mejora de nuestro sistema educativo.
Quienes somos titulares o catedrátic@s, si somos de verdad solidari@s, actuaremos de forma muy diferente a l@s señor@s feudales, estaremos trabajando día a día en esa perspectiva de solidaridad real que mejora al mismo tiempo la situación laboral de nuestr@s compañer@s, la investigación y la educación de todas las niñas y niños.