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« en: Diciembre 10, 2012, 14:08:19 »
En este foro se ha hablado en diferentes momentos sobre evidencias científicas. Los trabajos feministas realmente transformadores necesitan basarse en evidencias científicas. Por desgracia, en España, desde hace algunos años, en el trabajo preventivo contra la violencia de género intentan enviarnos a la deriva construyendo teorías fundamentadas en opiniones y/o vivencias personales. Estas supuestas teorías perjudican más que favorecen la superación de la violencia de género. Uno de los ejemplos claros que encontramos al respecto es el que hace referencia al amor romántico como causa de la violencia de género.
Para entender la falacia de esta afirmación no necesitamos consultar una gran cantidad de investigaciones. Basta con leer la definición, conocer el momento histórico en el que surge… Engels, por ejemplo, en su libro el “Origen de la familia” explica que en el s. XVIII se produjo una de las grandes transformaciones en las relaciones amorosas: la introducción de la libertad en el amor y la reciprocidad de sentimientos en la pareja, surgiendo así el amor romántico. Así empiezan a unirse diferentes elementos revolucionarios antes separados: amor, libertad de elección y pasión.
Así, en contra de lo que se difunde en algunos debates sobre género y más específicamente sobre violencia de género, el amor romántico no genera violencia de género, los príncipes no son hombres maltratadores, como tampoco las princesas son mujeres maltratadas. En cambio sí que podemos identificar hombres maltratadores en novelas best sellers como “50 sombras de Grey”, “El perfume”, en películas como “A tres metros sobre el cielo”, programas de televisión como “Gandía Shore”…
Si realmente los deseos y expectativas en las relaciones amorosas se proyectaran hacia el príncipe azul no cabría la posibilidad de iniciar y permanecer en una relación de desprecio, control, falta de libertad, abusos… Ya que no se corresponden con lo que leemos en los cuentos de hadas, de príncipes y princesas, de amor romántico…
Finalizando ya el tema de debate que os quería exponer, me gustaría destacar que conviene separar este tema del análisis sobre el modelo de mujer que presenta este tipo de historias. Es decir, es cierto que, por ejemplo, en los cuentos de hadas el papel femenino no suele ser una mujer emancipada económicamente, con trabajo y formación académica. Pero éste seria otro debate que, en cualquier caso tampoco he escuchado nunca cuestionar a “El perfume”, etc. Por otro lado, no debemos olvidar que fueron escritos hace siglos y que responden a un contexto histórico concreto. Por último, no podemos olvidar que las estadísticas nos demuestran que el problema de la violencia de género no se focaliza en un único modelo de mujer, dependiente a nivel económico, sin formación, etc. es decir, la que entenderíamos que reproducen estos cuentos. Si no que va mucho más allá.
Por lo tanto, enamorarse de un príncipe azul, buscar relaciones de amor romántico, son maneras de prevenir la violencia de género. Puesto que son completamente opuestas a enamorarse de proxenetas, maltratadores, asesinos, violadores … como “El Duque” (serie: sin tetas no hay paraíso), “H” (película: “3 metros sobre el cielo”), Christian Grey (libro: 50 sombras de Grey), Rafa Mora (programa “Hombres mujeres y viceversa”), Chris Brown (cantante)…
En relaciones de amor romántico la violencia de género no tiene cabida.