Autor Tema: ¿Prácticas de Disneyland o Dialéctica?: CONOCIMIENTO CIENTÍFICO E IDEOLOGÍA  (Leído 6975 veces)

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¿Prácticas de Disneyland o Dialéctica?:
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, IDEOLOGÍA Y RETÓRICA EN LA ERA DE LA COMPLEJIDAD Y LA INCERTIDUMBRE.

¿Qué camino estamos tomando en la Asociación Multidisciplinar de Investigación Educativa?

¿Es que no estamos ante el último asalto al sistema educativo público, y a la investigación en áreas no productivas, todo ello desmoronándose junto al débil Estado social y democrático de derecho?

¿Qué camino vamos a tomar para crear otro presente y futuro mejor?

¿Prácticas de Disneyland? Como con mucha finura apuntaba Michel Foucault.

¿Poniendo delante la carreta delante de los bueyes, la mercancía frente a la fuerza de empuje?

Perdonen colegas, pero la exorbitante competitividad y el principio del economicismo antropológico como pulsión primera deforman cualquier creación y acto de educar o pensar, más que estimula. Y bien a calado ésta micro-política de los resultados a toda costa, solo nos basta observar reparadamente las carreras de vasallaje por publicar (comunicar) lo que sea.

Colegas de AMIE… ¿Es que la educación y la investigación educativa, o cualquiera de las ramas sociales, no supone un conflicto entre compromiso científico y político?

Ya Tucídides aclaraba que la libertad y la tranquilidad son excluyentes y Claude Lévi-Strauss lo sintetizaba muy bien citando a Blaise Pascal “Nada nos puede consolar, cuando lo pensamos detenidamente”. Entonces si queremos abrazar la libertad, aún en la incomodidad, tendremos que hacer una buena dieta dialéctica para reconocer, inmiscuirnos, comprender y enfrentar el conflicto, y de éste modo empezar a entrever el ideologizado engorde que suministra el menú politicista o el positivista. Y me da la sensación que tal engorde (y confort débil) ocurre mucho más en el campo (de batalla) de la educación.


Feliciano Castaño

Desconectado Maito

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Me ha gustado tu artículo.
 Me dan miedo las competencias educativas, esgrimidas como la penúltima lámpara de aladino, el faro que nos lleva a  una mejora de la calidad educativa. Puede ser, pero tengo mis reservas. Ahora sólo vale el resultado, quien lo obtenga es competente, quien no lo obtenga es... Nunca el lenguaje ha sido neutro, ni tan siquiera inocente.
Si entendemos que el fin último de un sistema educativo es conseguir una sociedad mejor ( más justa, más honesta, más trabajadora, más libre, más igualitaria...), ¿qué competencias deberíamos desarrollar? Suena bien eso de espíritu emprendedor, pero me gusta más espíritu solidario, claro que este último no lo ha dictado ningún grupo económico de poder, quizá no responda a sus intereses particulares, quizá no se habría llamado competencia, sino  desarrollo personal.
Sólo productivo, sólo productos, sólo tareas, con ello seguro que conseguimos mejorar cualquier informe que nos pongan por delante, y si las actividades o tareas o proyectos están relacionadas con lo que el informe pide, ni te cuento. De ahí a deducir que hemos conseguido  un desarrollo integral del alumno... Pobres  disciplinas artísticas, ¡qué poco futuro tenéis!
La crisis que padecemos no ha sido, como leí una vez, por falta de economistas, matemáticos... A lo mejor ha sido por egoísmo,  desmedido afán de lucro, individualismo...
¿Qué falla en esta sociedad? ¿Qué podemos hacer desde la escuela?
Si, primero es la persona, no pongamos la carreta delante de los bueyes.